La piel del niño pequeño tiene características que le son propias y la distinguen de la del niño mayor o el adulto.
La radiación ultravioleta es capaz de dañar sensiblemente la piel del niño, por lo que la fotoprotección debe efectuarse desde los primeros días de vida. En los primeros seis meses, la actividad del niño está limitada a su cuna y el entorno más inmediato, por lo que no debiera estar expuesto a una cantidad de radiación solar significativa. Por este motivo no es necesario ni se recomienda el uso de fotoprotectores (filtros solares). Después de este lapso, y especialmente antes del primer año de vida, la fotoprotección debe estar dirigida especialmente a evitar la exposición. A ellos hay que enseñarles desde temprana edad a cuidarse del sol para que no los dañe mas adelante.
Tambien cuando vayan a la piscina o a la playa deben de usar el bloqueador media hora antes porque las nubes dejan pasar el sol y la arena, el agua aumentan su energia, que su piel absorbe.
Los niños deben tener una mayor protección de los efectos nocivos de los rayos ultravioletas, pues absorben tres veces más la incidencia del sol, al punto de que al cumplir los 18 años ya habrán recibido 80% de las radiaciones solares que percibirán en toda su vida.
Los niños deben tener una mayor protección de los efectos nocivos de los rayos ultravioletas, pues absorben tres veces más la incidencia del sol, al punto de que al cumplir los 18 años ya habrán recibido 80% de las radiaciones solares que percibirán en toda su vida.
Pero podemos prevenir ciertas enfermedades siguiendo estos consejos que se aplican a todos los que quieren atenuar las consecuencias de las elevadas temperaturas. En general, se trata de medidas que favorezcan los mecanismos de enfriamiento del cuerpo y aseguren un adecuado estado de hidratación.
Reposo: evitar que los niños hagan ejercicio físico cuando haga más calor, en las horas centrales del día. Si se sale con los pequeños, habrá que descansar a la sombra o en lugares frescos y ventilados.
Ropa: Se recomienda vestir indumentaria ligera, amplia, a ser posible de algodón, que transpire, y de colores claros, que absorben menos el calor.
Si tu hijo presenta manchas, papulas, ampollas, cambios de color o picazón debes realizar la consulta con el Pediatra o con el Dermatólogo.
"Cuida bien de tus pequeños porque ellos son el futuro del mañana"